jueves, 10 de marzo de 2016

Para nunca más volver

- Quiero llevarte conmigo al lugar donde habitan las hadas, quiero creer que existe y allí seremos niños para siempre. Ya no tendría que venir a hurtadillas en la noche al bosque para verte, tampoco iría a la ciudad a ese estúpido colegio ni tendría que volver a ver al tío Luke. ¡Sí! ¡Seguro que existe! Cazaremos dragones y acabaremos con todas las brujas. Tendremos un sinfín de aventuras maravillosas. Tú podrías ser una hermosa sirena y nadar libre en el mar. Yo, un gran mago o, quizá, un temido pirata que acabará siendo encantado por tu dulce voz - susurraba dibujando con su navaja un corazón en el árbol.

Ella le miró asustada. Con sumo cuidado le arrebató el arma y huyó entre la maleza. Él la siguió - ¿dónde vas? Pero, ¿qué te ocurre?

- ¡Yo no soy una sirena! - gritó la niña deteniéndose y enfrentándole.

- Cuando estemos allí podrás ser lo que tú desees - replicó el niño extendiéndole la mano.

- ¡Jamás vendrás conmigo! - contestó ella desplegando dos brillantes alas en su espalda - allí no queremos humanos tontos que lo destrozan todo - y se fue volando para nunca más volver.