Desgastados los pies de estar quietos
que no saben ya dejar huella
quieren despegarse del suelo
y sentir que vuelan.
No me acompañó la canción
y me quedé cantando a capela
desafiné en cada nota
y me rompí hasta las cuerdas.
Esta tonta caída eterna
sólo quiero hacerla volando
y no ver el suelo de frente
ni que me acompañe el llanto.
Pienso mirar a las nubes
y en el vaivén de un silbido
caer como pluma mecida
sin pensar en destinos.
Y no habrá canciones
y no habrá poetas
tan sólo el sonido
de vientos y piedras.
Y no habrá pasado
y no habrá ni olvido
ni habrá esta canción
que el aire se lleva.
De Jericó hubo una rosa
que esquivaba los charcos
porque prefería estar seca.
que no saben ya dejar huella
quieren despegarse del suelo
y sentir que vuelan.
No me acompañó la canción
y me quedé cantando a capela
desafiné en cada nota
y me rompí hasta las cuerdas.
Esta tonta caída eterna
sólo quiero hacerla volando
y no ver el suelo de frente
ni que me acompañe el llanto.
Pienso mirar a las nubes
y en el vaivén de un silbido
caer como pluma mecida
sin pensar en destinos.
Y no habrá canciones
y no habrá poetas
tan sólo el sonido
de vientos y piedras.
Y no habrá pasado
y no habrá ni olvido
ni habrá esta canción
que el aire se lleva.
De Jericó hubo una rosa
que esquivaba los charcos
porque prefería estar seca.